Quedaremos absolutamente sobrecogidos cuando crucemos la puerta de este antiguo colegio de enseñanza secundaria situado en medio de Phnom Penh. En él fueron torturadas y asesinadas mas de 18.000 personas durante el régimen del Khmer Rojo. Personas que fueron trasladadas allí por el simple hecho de ser sospechosos de pensar de forma diferente al régimen político.  A cada uno de los prisioneros se les abría un detallado expediente que incluía fotografías y en el que se iban anotando de forma meticulosa las confesiones que éstos hacían mediante torturas. Estos expedientes y fotografías fueron abandonados cuando las tropas vietnamitas expulsaron al Khmer Rojo en enero de 1979 y hoy en día están expuestos en las habitaciones y celdas que un día configuraron este tétrico lugar. Las fotografías expuestas, en su mayoría rostros de los detenidos, muestran el horror de lo que les esperaba. Algunas caras se muestran sonrientes, seguro que debido al desconocimiento del terrible futuro inminente.

También podemos contemplar algunos de los aparatos de tortura empleados para arrancar confesiones a los prisioneros. Algunas de estas confesiones eran realmente inverosímiles, pero el detenido prefería confesar una mentira antes que seguir recibiendo torturas. Pasear por los diferentes edificios del centro sobrecoge a cualquiera, mas aun cuando ves rostros de personas que con toda seguridad no salieron con vida del lugar. Pero ¿porqué?… No hay una clara respuesta y muy pocos de los enviados a Tuol Sleng tenían una acusación clara y cierta; una mala mirada, un mal gesto, una acusación infundada, una lejana envidia, eran suficiente para acusarte de pertenecer al enemigo, a ese enemigo interno e invisible que había que combatir por cualquier medio o excusa. Sólo 21 personas consiguieron escapar con vida cuando el campo fue liberado, de ellas 14 morirían realmente pronto y de las 7 restantes únicamente 2 permanecen con vida, y aunque ya son muy mayores, recuerdan de forma amable lo que pasaron allí dentro. Cuando las tropas vietnamitas tomaron la capital y llegaron hasta este lugar, encontraron cadáveres apilados, cuerpos famélicos, suciedad, un penetrante hedor, y todos los expedientes de los prisioneros y sus interrogatorios.

Sólo 2 de 18.360 son memoria viva de lo que ocurrió entre aquellos 4 muros. Tuol Sleng, también conocido como S21, es uno de esos sitios que nunca debe faltar en un viaje a Camboya si realmente quieres empezar a conocer desde dentro este fantástico país.